Las nubes permiten volar nuestra imaginación, nos enamoran, nos asustan. Pueden transformarse en un helado de limón, en corazones, en monstruos.
Seguramente todos, nos hemos recostamos en el pasto a ver pasar las nubes y descubrir sus formas, hermosa experiencia y que ahora estamos recreando en esta actividad.
Seguimos con la cabeza por las nubes.



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