viernes, 5 de octubre de 2018

Aquí estoy y esta soy:

Soy Alejandra, Ingeniera en Industrias de la Alimentación de profesión y docente de vocación.
Nací hace casi 43 años en San Rafael y aquí estoy aun, junto a mi compañero de toda la vida, Heber, juntos 26 años ya, y mis hijas, Martina de 16 años y Celina de 11 años.


Comencé mi vida profesional en una industria conservera, "Calidad en abundancia", ¿les suena? y luego se fue matizando de a poco con la docencia universitaria, hasta ocupar esta última toda mi vida laboral.
Comencé hace 12 años como ayudante en Química Inorgánica y Química General, además fui parte del Sistema de Tutorías, espacio muy significativo, por los lazos que se generan entre estudiantes y tutores, espacio que invita a la confianza, al diálogo permanente de la mano del aprendizaje y de la creación de conocimiento. Es en ese momento que surge la necesidad de aprender más sobre ser docente, comenzando la Especialización en Docencia Universitaria, carrera hermosa que me permitió entender, aprender y resignificar mi rol como docente. Carrera que me permitió encontrarme con otra manera de aprender. Aprender en la virtualidad, lo que no significó transitar esa etapa sola, muy por el contrario sentí un acompañamiento permanente por parte de mi tutora, Vanina Lucero, quien acompañó cada práctica, cada ensayo, con dedicación y compromiso, permitiendo en mí un crecimiento que día a día valoro.
Actualmente soy Profesora Titular de Química Inorgánica, y Profesora Adjunta de Tecnología de los Alimentos de Origen Vegetal y de Legislación Bromatológica. A medida que pasa el tiempo estoy más convencida que ha sido una buena elección y lo confirmo cuando nos encontramos con los estudiantes, en ese instante comienza el show, donde cada uno asume su papel protagónico, donde ha que ponerle el cuerpo al conocimiento y recurrir a convertirnos en átomos, electrones, por momentos y en otros a jugar ser moléculas porque para aprender hay que poner el cuerpo, tal como decía Juan Ignacio Pozo , en el Congreso de Educación Científica de 2017, en Mendoza, sino somos capaces de corporalizar lo que estamos aprendiendo, no podemos apropiarlo. Es por este motivo que como docentes tenemos la responsabilidad de la capacitación continúa, tener a la mano distintos recursos para brindar lo mejor a nuestros estudiantes.
Y para seguir aprendiendo me he embarcado en el Doctorado de Ciencia y Tecnología, siempre para sumar y aportar.
Y hablando de aportar les cuento que una manera muy valiosa es aportar a la sociedad a partir de las Prácticas Sociales Educativas, y en ellas también me he sumado. Es importante lograr la integralidad en la formación de los estudiantes, los conocimientos académicos, la virtualidad, la investigación, y la extensión, entendiendo esta última como extensión crítica, en la que prevalecen el diálogo de saberes y la reconstrucción de la realidad a partir del aporte de todos los actores.
Brindo con ustedes, compañeros de viaje para que logremos encuentros fructíferos en la presencialidad, en la virtualidad, ya sean sincrónicos o asincrónicos, pero sí colmados de aprendizaje y de intercambios.

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